La gran prueba

Después de muchos entrenos muy suaves y salidas de lo más tranquilo y con los cojoncillos de corbata, me dispongo a poner una fecha en mi calendario de competición.

La fecha seria para el 26 de abril, la ultima duatlon de la temporada y posible objetivo, todo dependería de mi lesión.
Una lesión que ya tenía prueba junto con Raquel y Rubén.

Dicha prueba seria el martes día 21 de abril y si todo salía OK, yo iría a correr la duatlon de Vic.

Dicho y hecho, quedamos a las 9 de la noche en el gym de Raquel y Rubén para hacer un total de 11 km corriendo, una prueba fundamental para mi.

Saliendo de casa y como bien he dicho antes con los cojones de corbata, empiezo el entreno yo solo, ritmo suave sin molestias, pero no las tenia todas con migo.

Llego al gym y seguimos ruta ya acompañado, van pasando los metros y a un ritmo de 5min/km voy viendo que la lesión no me hace daño, hasta que paro en un semáforo, arrancamos marcha y ahí empezó el ya para mi mítico pinchacito, en ese momento te pegarías de hostias porque piensas, después de estar parado 3 semanas sin hacer nada de nada y reposando y mimando la rodilla, ves que todo no a servido para nada.

Ya resignado, intento hacer el paso de una manera distinta, apoyando el pie de una manera o de otra y así infinidades de movimientos inútiles.

Hasta que parece que al dar el paso dando una pequeña patada mas larga parece que no me duela tanto y se puede aguantar el dolor.

Dicho y hecho, me decido agarrarme a esa opción incondicionalmente y viendo los resultados según pasaban los km me di cuenta que era una opción completamente valida.

Punto y final de la salida, Rubén y Raquel me preguntaron que aria……
Mi conclusión fue que se prepare Vic jeje

Con una sonrisa enorme llego a casa y estiro como nunca lo había hecho antes para intentar no tener ninguna molestia más.

Por fin y después de estar 2 meses desde que tenía la lesión y parado casi por completo volvería a competir otra vez, pero esta vez con mi niña haber que tal se comporta jeje